Vienen a mi mente recuerdos del pasado, de como nos conocimos, de como, estúpida de mi, no me fijé en ti. Muchas cosas pasaron por mi cabecita loca en esos dos meses, ciega como estaba, aún sin verte. Hasta que cual ave fénix, resurgí de mis cenizas y me fijé en tus ojos, ese brillo de tu mirada, imaginé cada centímetro de tu piel bajo ese traje. Y entonces tu alegría me recordó momentos mejores, momentos a los que no quería renunciar. Y como de un sueño, desperté con tu piel acariciándome, suavemente al principio, tornando despues en un volcán abrasador que enciende mis mas bajos instintos y me hace desearte cada vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario